miércoles, 25 de abril de 2012

Cáceres no puede pararse

La Fundación Cáceres Siglo XXI, constituida para "Crear Ciudad" y promotora de proyectos para dar vida y modernizar Cáceres, no puede permanecer impasible ante la tendencia actual a la ralentización y, en algunos casos, paralización de proyectos e iniciativas que, dada la delicada situación económica que padecemos, necesitan de un impulso importante para reactivar la economía y favorecer la creación de puestos de trabajo.

El último revés para Cáceres, el cierre temporal del CEFOT, ha sido una noticia descorazonadora para los cacereños, que ven cómo la ciudad se aletarga mientras las cifras de paro siguen creciendo. El anuncio, por parte del Ministerio de Defensa, ha unido a colectivos ciudadanos que no se resignan a esta pérdida, conscientes de que se va una fuente importante de ingresos.

También, en las últimas semanas hemos visto cómo el eterno conflicto del ocio, un problema crónico de la ciudad, incapaz de haberse resuelto en los distintos gobiernos locales, ha desembocado en una medida judicial drástica, el cierre de ocho bares de La Madrila, afectando unos 70 trabajdores directos, entre la plantilla y los empresarios de los establecimientos, proveedores, propietarios de locales, empresas de limpieza, etc.

Por otra parte, el proyecto más anunciado y esperado, El Corte Inglés, sigue pendiente de informes técnicos nueve meses después de que sus promotores lo registraran en el Ayuntamiento, un estancamiento que contrasta con el avance de otras iniciativas comerciales de ciudades como Mérida o Badajoz, como Decathlon, que abrirá a finales de año en la primera, o Rodamco, que prevé crear unos 1.500 puestos de trabajo en la segunda.



En cuanto a los proyectos de preservación y dinamización del centro, la indecisión en la peatonalización en Pizarro y las trabas en los aparcamientos aledaños, restan oportunidades de desarrollo, negocio y repoblación social a una zona que bien podría quedar integrada como único Centro Histórico en un eje eminentemente peatonal que active el comercio, el turismo y la hostelería, y que comprenda Pintores, la Plaza Mayor, la Ciudad Monumental, Pizarro y San Juan. A esto se suma, además, la demora en el arranque del Consorcio Ciudad Monumental, Histórica y Artística de Cáceres, constituido recientemente para reactivar el casco histórico, aunque, por el momento, se desconocen las iniciativas y proyectos que acometerá.

Aunque la situación actual no sea muy halagüeña por la reducción de inversiones y los recortes, Cáceres no puede pararse. La ciudad -Gobierno, colectivos y ciudadanos- tiene que luchar, apostar y defender esos proyectos locales que, a fin de cuentas, son en beneficio propio, porque incentivan su economía y pueden situarla como una ciudad atractiva ante quienes nos visitan.

No obstante, sobre el papel ciudadano, nos resulta paradójico que, precisamente, hayan sido ciudadanos de a pie y, en algunos casos, colectivos y plataformas creadas ad hoc, los que en más de una ocasión se han opuesto frontalmente a la ejecución de proyectos ideados para el avance de la ciudad y el provecho de los ciudadanos, como el Centro de Ocio proyectado en Los Fratres, los aparcamientos en la Avenida de España o la renovación de las plazas de San Juan o La Concepción, entre otros.

A pesar de ello, la remodelación de la Plaza Mayor, una actuación controvertida antes y durante la obra, es un ejemplo claro de cómo es posible rentabilizar nuestro patrimonio y sacarle partido a las zonas más castizas y populares de la ciudad, simplemente con un plan de embellecimiento que favorezca la actividad comercial y hostelera, el turismo y el disfrute y esparcimiento ciudadano.